martes, 5 de junio de 2012

Nuestro deber es luchar



La  situación ambiental es un tema que preocupa a la mayoría de los hombres y mujeres del mundo, el cambio climático ha sido definido como uno de los problemas  más agudos del presente siglo. Los grandes impactos asociados a las inundaciones, sequías,  tormentas severas, huracanes, deshielos, el ascenso del nivel del mar, la acidificación de los océanos y las olas de calor han dado origen a cuantiosas pérdidas humanas, económicas y daños ambientales.
La preocupación es un primer indicio de la toma de conciencia sobre el problema, pero aún no es suficiente:
Nuestro Fidel señaló en la cumbre de la tierra, en Río de Janeiro en 1992:
…“Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.
Veinte años después, es más dramática la situación, porque solo podemos exhibir mayor deterioro de nuestro planeta. Más de un tercio de la población carece de atención médica, la escasez de agua y alimentos son cada vez mayores, los bosques desaparecen, la tierra agrícola disminuye, el ecosistema natural ha sido modificado provocando la pérdida de numerosas especies, los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes y las potencias de poder hegemónico causantes de esta debacle, hacen oídos sordos a las justas y necesarias demandas de los  pueblos.
La juventud constituye la etapa en que se reúnen las mejores condiciones para enfrentar grandes desafíos. Los jóvenes tenemos la responsabilidad de actuar para preservar por siempre el derecho a vivir. Los grandes y poderosos medios de información y comunicación capitalistas obstruyen la percepción de la real amenaza que nos acecha,  impidiendo que tengamos conciencia clara del abismo hacia donde nos conducen.
Los niños, adolescentes y jóvenes cubanos seguiremos exigiendo y trabajando por el rechazo a las políticas imperialistas responsables de las guerras por el reparto de los recursos naturales y causantes de las mayores agresiones al medio ambiente y a la constante amenaza de guerra nuclear, la cual también constituye uno de los terribles ingredientes del desafío actual a la sobrevivencia de nuestra especie.
Luchemos por el derecho a la cooperación justa y equitativa, por una naturaleza sana para todos y por una  distribución de los recursos de la Madre Tierra en beneficio de los que la habitamos. Hagamos que los ricos paguen su deuda con la humanidad, no permitamos que nos arrebaten el planeta que soñamos para nuestros hijos. Por estas razones y por la vida, nuestro deber es luchar.
Unión de Jóvenes Comunistas

No hay comentarios:

Publicar un comentario