lunes, 25 de junio de 2012

Bloqueo norteamericano afecta evento cultural


Insaciable en su fabricación de invenciones o en la manipulación de pretextos -y “textos”- contra Cuba, el gobierno de Estados Unidos intenta ahora “bloquear” la celebración de un evento insular sobre tradiciones campesinas.

La agrupación músico-danzaria infantil Wici Song and Dance Company, de Chicago, acaba de ser víctima de la prohibición de viajar a la Isla para asistir a la XLV Jornada Cucalambeana en la provincia de Las Tunas, 700 kilómetros al este de La Habana.

Miembros de la compañía, integrada por unos 150 niños de tres a 13 años dedicados a difundir tradiciones de la cultura polaca, junto a sus responsables e instructores, comunicaron a los organizadores su evidente desaliento por la negativa de visado.

La Wici Song and Dance Company, una de las empresas artístico-culturales más grandes y conocidas de Chicago, estaría por primera vez en ese encuentro, fijado entre el 27 de junio y el primero de julio próximos.
Una decisión huérfana de argumentos

Como ha ocurrido en ocasiones anteriores con ciudadanos estadounidenses que quieren viajar a Cuba, o con cubanos a Estados Unidos, el Departamento de Estado se abstuvo de explicar las razones que condujeron a esa decisión.

Esa instancia, equivalente al Ministerio de Relaciones Exteriores o Cancillería de cualquier otro país, suscribió, sin motivo aparente, la prohibición para asistir a ese encuentro sobre difusión y preservación de tradiciones cubanas.

Pocos argumentos, pues, podrían esgrimir los sabios censores de Washington contra un simple intercambio de niños y adolescentes con otros jóvenes -o “viejos”- a quienes solo los convoca el arte y los deseos de aprender o de enseñar.

“Pienso que es injusto el rechazo de Estados Unidos a la solicitud para viajar a Cuba de los integrantes de la Wici Song and Dance Company”, declaró de inmediato Ramón Batista, director de la Casa Iberoamericana de la Décima de Las Tunas, máxima inspiradora de la Cucalambeana.

“La decisión del Gobierno de Estados Unidos priva a esos jóvenes y niños artistas de Chicago de actuar en Cuba y al pueblo de Las Tunas la oportunidad de apreciar su trabajo en la más relevante fiesta campesina del país”, añadió Batista.

El funcionario cultural tunero, quien viajó días atrás a La Habana para ofrecer una conferencia de prensa sobre esta edición de la Cucalambeana, informó que a estas fiestas asistirán, en cambio, delegaciones de Chile, Argentina, México, Venezuela, Alemania e Italia.

Yaneixi Ramírez, directiva de la Delegación Provincial de Cultura de Las Tunas, afirmó, por su parte, que el mensaje enviado por la compañía y firmado por todos sus integrantes lamenta esa negativa porque el viaje era una posibilidad de establecer lazos de hermanamiento entre ambos pueblos.
¿Qué es la Wici Song and Dance Company?

La Wici Song and Dance Company (en español, Compañía de Música y Danza) fue creada en 1972 para preservar tradiciones danzarias, musicales y de vestuarios típicos polacos, a través de espectáculos entre descendientes de ese país europeo en Estados Unidos.

Esas actuaciones, que mezclan el aprendizaje de los niños en un todo cultural que abarca canciones, bailes tradicionales y otras expresiones, son, en cierto modo, parecidas a las de la mundialmente conocida agrupación infantil cubana La colmenita.

La empresa estadounidense fue fundada en 1972 para promover la cultura polaca, entre otras maneras mediante la preservación de costumbres de ese país en sus comunidades de descendientes en Estados Unidos.

Entre esos atributos de autoctonía figuran la cancionística, la danza y la música en general, mediante espectáculos que exhiben trajes auténticos y coreografías originales del ambiente rural e histórico de ese país europeo. La compañía actúa tanto en escenarios estadounidenses, como en otros de Europa, América Latina y el Caribe.
¿En qué consiste la Jornada Cucalambeana?

Las Jornadas Cucalambeanas constituyen un homenaje al poeta tunero Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé, 1829-1861), el principal cultor cubano de la estrofa de origen español llamada décima, quien, aunque no practicó su versión oral, dejó una vasta y elegante obra.

El contenido cultural de esas fiestas tuneras es la práctica de la décima poética como estrofa nacional, latinoamericana e iberoamericana. Esa proyección poética se enmarca dentro de otras tradiciones relacionadas, como la música campesina, los guateques y otras fiestas, y de las artes plásticas, la artesanía y la fotografía aplicadas al género.

Para estos festejos cucalambeanos 2012, sin embargo, los auspiciadores se proponen la reanimación de esas y otras tradiciones típicas vinculadas a la décima.

Los habituales concursos sobre el género y fiestas espontáneas tendrán una suerte de relectura en esta edición, declaró Ramón Batista, presidente del Comité Organizador. La reanimación del evento comprende los juegos tradicionales campesinos, con manipulaciones ecuestres como las corridas de cintas, una suerte de maniobra sobre objetos fijos ejecutada al galope de un caballo. Esa es una de las disciplinas que exige mayor precisión, concentración y habilidad en el manejo de la cabalgadura, pues implica insertar un objeto puntiagudo en una anilla de escasas dimensiones.

También se rescatarán hábitos culinarios como la confección de bebidas, platos y otros comestibles típicos de esas regiones campestres del oriente cubano, algunos ya desaparecidos o poco conocidos.
Cubanización de la Décima Española

Conservada junto al soneto como una de las dos principales estrofas ibéricas rimadas que han sobrevivido a la modernidad, la décima comprende una forma escrita y otra oral, mediante composiciones de artistas notables en ambos casos.

El esplendor y modernidad, el “sello” de la versión decimística cubana definen los dos principales y respectivos certámenes competitivos dentro del evento general.

La expresión oral y escrita de esa composición llegada a la Isla tras el llamado “descubrimiento” en 1492, y elevada a la categoría de “estrofa nacional” durante los cinco siglos posteriores, caracterizan también otros festejos cucalambeanos. Entre ellos figuran las canturías, que pueden ser convocadas o espontáneas dentro de los grupos de poetas participantes hospedados en las distintas villas, o en festividades callejeras.

Otras expresiones alrededor de la estrofa son los guateques campesinos, también organizados o casuales y con más carácter de fiesta bailable, con sus habituales cerdos asados, danzas y bebidas comunes.

El nombre del certamen escrito es simplemente El Cucalambé y premia a libros presentados previamente al jurado, mientras el de improvisadores se llama Justo Vega, uno de los más importantes repentistas cubanos del siglo XX.

Las dos modalidades exigen el empleo de la décima (diez versos de cualquier métrica y arte, mayor o menor de acuerdo con el número de sílabas de cada versos). Pero, en el caso del certamen para repentistas, ellos sí están obligados a usar en sus improvisaciones la conocida por “espinela” (dos redondillas enlazadas por sendos versos “puente”).

Esa forma estrófica de versos octosílabos y rimas consonantes, creada a fines del siglo XVI por el español Vicente Espinel y una de las más populares también en Latinoamérica y el Caribe, es el virtual hálito de vida de las Jornadas Cucalambeanas.

(Tomado de Cubarte)

No hay comentarios:

Publicar un comentario