martes, 6 de octubre de 2015

El sueño cuajado de Aramís

El queso Arami integra un grupo de aportes que le facilitaron este año a su creador el Premio Nacional a la Innovación de Mayor Impacto Económico y Social.
Crear un queso y lograr que este fuera exquisito, funcional, competitivo, laureado con un premio de innovación tecnológica, no ha sido el mayor anhelo hecho realidad de Aramis Ulloa Ferrer, técnico del establecimiento de productos lácteos, del municipio de Morón, al Norte de la provincia de Ciego de Ávila.
Aunque sus desvelos le ayudaron a obtener la cuajada perfecta: “El que inventé con el nombre de Arami es de la familia de los semiduros, de un corto período de maduración, ideal para lasquear y en la elaboración de pizzas y espaguetis. Lo inventé en el año 2009 para disminuir la importación del holandés Gouda y otros similares, y aún goza de gran demanda en los hoteles de los cayos Coco y Guillermo”.
Comenta que varias de sus inventivas fueron determinantes para que el producto alcanzara los estándares internacionales de calidad. “Hice, con la ayuda de mis compañeros de labor, un parafinador eléctrico a partir de piezas en desuso de una autoclave, con cuyo aporte logramos una óptima presentación del producto y evitamos la adquisición de un equipo nuevo que cuesta 12 mil 500 dólares”.
Dijo que otra forma de romper el bloqueo económico contra Cuba y abrirse paso la brigada que el lidera, en el programa de sustitución de importaciones de alimentos, fue el cambio de un pistón hidráulico por uno neumático para suspender la cuba y facilitar el paso de la masa y el suero de la leche hacia el sedimentador.
“Todo era muy distinto hace 26 años, comenzamos con un pequeño depósito y dos paletas de madera para agitar y cortar la leche de forma manual, solo hacíamos el queso blanco. Paso a paso diversificamos los renglones a base de innovaciones y soluciones al equipamiento”.
Afirma el especialista en tecnología de la leche y sus derivados que en julio pasado alcanzaron una producción record de 14 mil 591 toneladas, cifra que representa el 171,6 % del plan de ese mes. Mientras que los ingresos promedios mensuales ascienden a 22 mil dólares.
“Realmente, nuestra fábrica es pequeña en infraestructura, pero grande por el nivel de consagración de sus ocho trabajadores para mantener la elaboración de quesos condimentados, casi exclusivos en el país como el nombrado Majial”.
Afirma que una de las cuatro variedades que ellos fabrican, se distingue más por su historia y calidad, que por su propio nombre: “El Favorito es condimentado con pimienta negra triturada y ajo natural, comenzó a elaborarse en la fábrica Siboney, de La Habana, por iniciativa del Comandante en Jefe, pero por equis motivos se dejó de producir. Lo asumimos en 1993 y no ha fallado su procesamiento aquí.
“Qué si el compañero Fidel Castro Ruz lo ha probado, sí y dijo que es muy sabroso. Lo degustó el 3 de julio pasado en un encuentro con maestros queseros de varias provincias, quienes participamos en un curso de recalificación en el Instituto de Investigaciones de la industria Alimenticia, adonde llevamos muestras de nuestros productos.
“La cortesía de dedicarnos cuatro horas fue más que un regalo, porque él ha sido siempre el máximo promotor de la quesería en Cuba, y mantiene con firmeza el llamado a la recuperación de los volúmenes de producción y calidad obtenidos antes del período especial.
“Ese día nos colmó de ideas y entusiasmo. Regresé a la fábrica más optimista porque acababa de cuajar mi gran sueño de estar cerca de Fidel, de saludarlo, de explicarle los proyectos de nuestro colectivo laboral”.
El maestro quesero extrae un pote de la nevera y explica: “Esta crema en la fase de experimento, derivada del queso fundido, fue una idea del reciente encuentro en La Habana; de esta forma, damos respuesta a la petición de seguir diversificando las producciones que también nos hiciera María del Carmen Concepción, Ministra de la Industria Alimenticia.
“También hicimos las pruebas de un nuevo queso con fines dietéticos que se encuentra en la etapa de confección de los documentos para su aprobación”.
Además de conversador, dinámico y emprendedor, Aramís es simpatizante de la colectividad. A su lado, Norma y Aliesky se formaron como maestros queseros. Ahora contribuye a crear las condiciones para la climatización del área productiva.
Todos en la unidad comparten hoy la alegría de Ulloa Ferrer, ganador este año del Premio Nacional de Mayor Impacto Económico y Social, por un grupo de innovaciones que le ahorraron a la economía cubana una millonaria suma para comprar tecnologías y alimentos.
Quien merece el lauro que otorga la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (Anir), no solo pone su talento en función del desarrollo de la industria láctea, cumplió misión internacionalista en la Republica Bolivariana de Venezuela, fue delegado al XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba y es en la actualidad miembro del Consejo Nacional de esta organización.
Por:José Luis Martínez Alejo

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