Víctor, abre los ojos

Víctor Mesa nunca antes había dirigido a la principal selección cubana de béisbol. Ya había pasado por dos equipos en la Serie Nacional; también lideró a una novena juvenil y a otra, de mayores, que estuvo por Holanda; pero durante mucho tiempo los ejecutivos de la Federación parecían desconfiar del mejor jardinero central de la pelota cubana.

Entonces, por supuesto que todas las miradas se centraron en Víctor, en el comienzo del muy publicitado Tope bilateral contra Estados Unidos. ¿Qué haría el número 32? ¿Dónde se equivocaría? ¿Cuál sería el resultado final del desafío?

El marcador lo conocemos: la selección norteña, compuesta por prospectos universitarios—¡no superan los 22 años—abrió la serie con un triunfo de 4 por 3; sin embargo, lo más interesante escapa al total de carreras anotadas en el estadio Latinoamericano.

Pienso que Víctor lució bien en su primer partido (no oficial) como director del equipo Cuba. Colocó a una alineación balanceada, movió bien el pitcheo; pero hubo varios detalles que fallaron y provocaron la derrota en el desafío. El abridor estadounidense, Jonathon Crawford, se presentó en una excelente forma. Los bateadores cubanos cada vez se enfrentan menos a lanzadores con más de 90 millas en sus envíos y que saben mezclar la gran velocidad con los rompimientos. ¿Quiénes hacen esto en la Serie Nacional? Pocos, muy pocos. Así que el norteño detuvo por completo a la ofensiva antillana, por más de seis innings.

¿Qué hizo Víctor? Nada. Esperó pacientemente hasta que el cuadrangular de Frederich Cepeda, en el séptimo, despertó al público en el estadio. Antes, el director cubano había sacado bien a Yadier Pedroso; sin embargo, su relevo (teoría del zurdo contra zurdo), Norberto González, recibió un jonrón decisivo.

Luego, en el octavo, fallaron Alfredo Despaigne (con pobres números en la serie ante Nicaragua y su comienzo contra EE.UU fue horrible) y Pito Abreu con el empate en la tercera base. Por último, en el noveno, después de que Cepeda recibió un boleto, sin outs, ante el cerrador, ¿qué hubiera hecho cualquier manager? Pues sustituir a Cepeda (parece que necesita bajar algunas libras, aunque su jonrón por el jardín central fue lo mejor para Cuba) por otro corredor más rápido. Víctor volvió a esperar…y las cosas salieron mal. Doble play y a descansar, que mañana será otro día. El número 32 tendrá que abrir más los ojos. Una debacle frente a los norteños no luce bien en la “hoja de servicio”.

Puntuación general de Víctor, en su debut: 6,5 de 10. Su reclamación más fuerte fue ante un posible balk del primer relevista norteamericano. Parecía tener razón Mesa; pero el árbitro principal, Luis César Valdés, como era de esperarse, mantuvo su decisión inicial.

Por Miguel Ernesto Gómez Masjuán
Del Blog Mi columna deportiva