martes, 28 de mayo de 2013

Universitarios en Congreso


Este es un diálogo con tres jóvenes singulares de diversas provincias del país, quienes merecieron, por sus cualidades, ser delegados directos al VIII Congreso de la FEU, que tendrá lugar en junio próximo.

¿Qué distingue a estos universitarios? ¿Cuáles son las preocupaciones que llevarán al cónclave? ¿Qué desafíos tiene la organización que representan? Estas fueron algunas de las interrogantes.

Vladimir, o Vlado, como le grita una voz desde el fondo del aula, es un estudiante inquieto, de los tantos que pueblan las universidades. Él no cree en la pasividad, pero sí en que los problemas tienen solución. Hace cuatro años estudia en la Universidad Carlos Rafael Rodríguez, de Cienfuegos, y en corto tiempo será licenciado en Historia. La totalidad de su grupo le dio el voto a Vladimir Rodríguez Gómez para que los representara en el congreso:

«Desde la asamblea precongreso ya se ventilaron las preocupaciones. Las principales son la importancia de que las prácticas preprofesionales se lleven a cabo con la utilidad máxima; que los estudiantes externos tengan la posibilidad de almorzar en la Universidad, o buscar una alternativa económica; ayudar a las estudiantes embarazadas en los trámites con el círculo infantil, y el aprovechamiento de las tesis: que el estudio científico tenga una aplicación real».

«Nadie conoce nuestros problemas mejor que nosotros, y es a los universitarios a quienes nos toca resolverlos; tanto los internos como los relacionados con la sociedad. No creo que estemos en los mejores momentos, pero tampoco en los más críticos; debemos tener en cuenta que vivimos en una coyuntura diferente y se espera que el Congreso también la asuma. La organización tiene que enfrentar tareas renovadoras».

Este joven defiende con fuerza que «un universitario no solo puede limitarse a asistir al aula, recibir los turnos de clase, irse a la casa y no realizar la vida universitaria, que va más allá de la docencia: en lo cultural, recreativo, deportivo... Participar más y contribuir en mayor medida para que el proyecto social cubano sea el que queremos.

«Todos los congresos marcan pautas y son el momento más importante para plantear nuestros problemas, inquietudes y preocupaciones. Vamos a tener la oportunidad de estar con la directiva de ministerios y organismos decisores en el país. Un primer paso es que las opiniones se están tramitando, para que tengan respuestas».
A Charlie no le alcanza el tiempo

Con andar apresurado y ropa informal va por los pasillos de la Universidad de Oriente Carlos Manuel Rodríguez García, o simplemente Carlitos o Charlie, como todos lo conocen. En su brigada del quinto año de la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades fue muy difícil escoger un delegado directo al Congreso, pero la balanza se inclinó a favor de este muchacho que prácticamente vive en la universidad.

«Algunos dicen que no aceptan cargos de dirección en la FEU porque le roban tiempo a su estudio o a su recreación. Si sabemos organizar el tiempo y la energía, una responsabilidad no te va robar tu espacio y de ningún modo debemos temerle a una organización donde todo se hace con amor».

Este joven desde hace cinco años sale de su casa desde las 6:40 de la mañana y solo regresa para comer, bañarse y dormir, porque el resto del día lo distribuye entre su aula, las actividades de la FEU y el estudio en la biblioteca.

A pesar de haber ocupado cargos importantes en el secretariado de su Facultad, para Carlos Manuel la brigada sigue siendo el espacio fundamental. «En la brigada hay que saber movilizar y convocar a diferentes personas y hay que saber encontrar la forma de hacerlo; en eso es fundamental el presidente de la brigada, para mí el eslabón fundamental.

«Debemos fortalecer la comunicación entre los miembros de la FEU y sus diferentes estructuras y, sobre todo, debemos lograr que la comunidad universitaria encuentre los espacios donde poder expresar todas sus inquietudes. Otro reto es promover la identificación de los estudiantes con la organización.

«Nos falta mayor capacidad de convocatoria; en estos tiempos, donde la tecnología y la información son tan importantes, es necesario asumirlas. Debemos aprovechar esta cita para encauzar los nuevos retos, como ese mayor de que todos los universitarios nos sintamos dueños y partícipes del futuro de la sociedad cubana y responsables de sus transformaciones».

Mientras se prepara para el Congreso, Carlos Manuel no deja a un lado la elaboración de su tesis de grado, relacionada con la producción poética de Dulce María Loynaz.
Un marxista convencido

Diego Yaikel Guerra Quesada estudia el tercer año de la carrera de Marxismo-Leninismo-Historia en la Universidad de Ciencias Pedagógicas tunera y está convencido de que su asistencia como delegado directo al Congreso de la FEU marcará su vida.

«Llevaré las inquietudes y expectativas de mis compañeros de academia. Intentaré ponerme a la altura de lo que ellos esperan de mí».

Según este joven de 21 años, su generación está convocada a la primera línea del combate ideológico que hoy nos ocupa. «Todos los tiempos son gloriosos —asegura—. A Julio Antonio Mella le tocó el suyo. Nos corresponde ahora tomar parte en la actualización del modelo económico y en la solución de los problemas de nuestra sociedad».

Diego Yaikel agregó que intervenir en la aplicación consecuente de los Lineamientos Económicos y Sociales del Partido y la Revolución y en el cumplimiento de los acuerdos del VI Congreso del Partido son también tareas priorizadas.

Le preguntamos si considera un hecho la vigencia en estos tiempos del marxismo-leninismo. Y respondió: «Tiene absoluta vigencia. Se trata de una ciencia que trasciende los límites del tiempo. Para hablar de cualquier otra ciencia, hay que tenerla presente».

http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2013-05-27/universitarios-en-congreso/

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