lunes, 21 de mayo de 2012

México 1968: Los Juegos del Poder Negro

Durante la 60º Sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), desarrollada el 18 de Octubre de 1963 en Baden-Baden, Alemania, fue elegida la Ciudad de México sede de la XIX Olimpiada de Verano, tras superar en la votación a Detroit (Estados Unidos), Lyon (Francia) y Buenos Aires (Argentina).

En principio la capital azteca no fue bien aceptada por varios medios de prensa. Estos argumentaban dos motivos; uno era la elevada altitud sobre el nivel del mar (dos mil 300 metros), lo cual mermaría las pruebas debido a la falta de un 30 por ciento de oxígeno en el aire; el otro aspecto consistía en su condición de país subdesarrollado y el temor de que los Juegos fueran un desastre.

La aprensión en cuanto a la salud de los deportistas fue ampliamente invalidada en el transcurso de la 111 Semana Deportiva Internacional, acogida por Ciudad de México. Los resultados de los diferentes eventos, así como las investigaciones fisiológicas llevadas a cabo por los científicos de los países asistentes, resolvieron de una vez por todas la controversia sobre la altitud, y las naciones, convencidas de lo infundado de estos temores, enviaron a sus conglomerados completos.

No obstante, no sólo cuestiones de índole deportivo estuvieron a punto de provocar la suspensión de la cita. Algunas delegaciones amenazaron con no asistir si competía la Unión Soviética, que había invadido Checoslovaquia; mientras, varios atletas norteamericanos de raza negra renunciaron a participar porque se sentían discriminados en su tierra de origen.

Otro aspecto negativo se produjo el dos de octubre, diez días antes del comienzo del magno evento, cuando el Ejército Mexicano asesinó a un número indeterminado de personas al disparar contra estudiantes y miembros de diversas organizaciones sociales que se manifestaban en la Plaza de las Tres Culturas, dentro del entonces recientemente inaugurado Centro Urbano Nonoalco-Tlatelolco. El COI consideró el suceso como un problema interno que no debería afectar al desarrollo de los juegos y decidió no suspenderlos.

En la edición de 1968 participaron cinco mil 531 atletas (cuatro mil 750 hombres y 781 mujeres) en representación de 113 países, al tiempo que Norma Enriqueta Basilio de Sotelo se convirtió en la primera mujer de la historia en encender el pebetero olímpico.

Las notas más destacadas en el aspecto deportivo estuvieron en los 22 récords del mundo impuestos en el atletismo, entre ellos el 8.90 metros del norteamericano Bob Beamon en el salto de longitud, marca que se mantuvo vigente durante 23 años, además de los registros del relevo cuatro por 400 del equipo nacional de Estados Unidos (más de 22 años) y el de 400 metros lisos de Lee Evans (20 años).

También en esa especialidad se bajaría por vez primera de los 10 segundos en los 100 metros planos (Jim Hines lo hizo en 9.95), mientras Dick Fosbury ganó el salto de altura con una técnica innovadora a la que dá su nombre, y Al Oerter escaló a lo más alto del podio en el lanzamiento del disco por cuarta vez en su carrera olímpica.

Los estadounidenses de raza africana fueron noticia por una acción de reivindicación étnica. En el acto de proclamación de vencedores, Tommie Smith y John Carlos, oro y bronce en los 200 metros lisos, levantaron el puño enfundado en un guante negro y bajaron la cabeza cuando sonó el himno de su país en protesta por la tensión racial que se vivía en Estados Unidos.

El hecho, que haría conocer a la lid azteca con el sobrenombre de juegos del “Black Power”, tuvo gran repercusión en la vida de ambos corredores. Posteriormente, resultaron expulsados del equipo americano y desalojados de la villa olímpica, vivieron en Estados Unidos como delincuentes o apestados, no encontraron trabajo durante años, la mujer de John Carlos se suicidó y Tommie Smith se divorció.

La atleta más popular de 1968 fue la gimnasta checa Vera Caslavska. Después de la invasión soviética de Checoslovaquia, dos meses antes de los Juegos Olímpicos, Caslavska se escondió durante tres semanas y salió para ganar cuatro medallas de oro y dos de plata.

Los XIX Olimpiada pasó a la historia por ser la primera en que se descalificó a un competidor por dopaje, tras el control positivo del pentathleta moderno sueco Hans-Gunnar Liljenwall, a quien le fue encontrado restos de alcohol. Además, fue transmitida en directo por televisión vía satélite a todo el mundo.

Cuba asistió a predios mexicanos con un total de 125 deportistas (109 hombres y 16 mujeres) y finalizó en la posición trigesimoprimera con cuatro preseas de plata, ganadas por los boxeadores Enrique Regueifero y Rolando Garbey, y los relevos atléticos de cuatro por 100 metros en uno y otro sexo.

Los Juegos de Ciudad de México 1968, clausurados el 27 de octubre, dejó a Estados Unidos en la primera posición con 45 medallas de oro, 28 subtítulos y 34 bronces, escoltado por la Unión Soviética (29-32-30), Japón (11-7-7), Hungría (10-10-12), República Democrática de Alemania  (9-9-7), Francia (7-3-5), Checoslovaquia (7-2-4), República Federal de Alemania  (5-11-10), Australia (5-7-5) y Gran Bretaña  (5-5-3), en ese orden.



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