Crear
un queso y lograr que este fuera exquisito, funcional, competitivo,
laureado con un premio de innovación tecnológica, no ha sido el mayor
anhelo hecho realidad de Aramis Ulloa Ferrer, técnico del
establecimiento de productos lácteos, del municipio de Morón, al Norte
de la provincia de Ciego de Ávila.
Aunque
sus desvelos le ayudaron a obtener la cuajada perfecta: “El que inventé
con el nombre de Arami es de la familia de los semiduros, de un corto
período de maduración, ideal para lasquear y en la elaboración de pizzas
y espaguetis. Lo inventé en el año 2009 para disminuir la importación
del holandés Gouda y otros similares, y aún goza de gran demanda en los
hoteles de los cayos Coco y Guillermo”.
Comenta
que varias de sus inventivas fueron determinantes para que el producto
alcanzara los estándares internacionales de calidad. “Hice, con la ayuda
de mis compañeros de labor, un parafinador eléctrico a partir de piezas
en desuso de una autoclave, con cuyo aporte logramos una óptima
presentación del producto y evitamos la adquisición de un equipo nuevo
que cuesta 12 mil 500 dólares”.
Dijo
que otra forma de romper el bloqueo económico contra Cuba y abrirse
paso la brigada que el lidera, en el programa de sustitución de
importaciones de alimentos, fue el cambio de un pistón hidráulico por
uno neumático para suspender la cuba y facilitar el paso de la masa y el
suero de la leche hacia el sedimentador.
“Todo
era muy distinto hace 26 años, comenzamos con un pequeño depósito y dos
paletas de madera para agitar y cortar la leche de forma manual, solo
hacíamos el queso blanco. Paso a paso diversificamos los renglones a
base de innovaciones y soluciones al equipamiento”.
Afirma el especialista en tecnología de la leche y sus derivados que en
julio pasado alcanzaron una producción record de 14 mil 591 toneladas,
cifra que representa el 171,6 % del plan de ese mes. Mientras que los
ingresos promedios mensuales ascienden a 22 mil dólares.
“Realmente,
nuestra fábrica es pequeña en infraestructura, pero grande por el nivel
de consagración de sus ocho trabajadores para mantener la elaboración
de quesos condimentados, casi exclusivos en el país como el nombrado
Majial”.
Afirma
que una de las cuatro variedades que ellos fabrican, se distingue más
por su historia y calidad, que por su propio nombre: “El Favorito es
condimentado con pimienta negra triturada y ajo natural, comenzó a
elaborarse en la fábrica Siboney, de La Habana, por iniciativa del
Comandante en Jefe, pero por equis motivos se dejó de producir. Lo
asumimos en 1993 y no ha fallado su procesamiento aquí.
“Qué
si el compañero Fidel Castro Ruz lo ha probado, sí y dijo que es muy
sabroso. Lo degustó el 3 de julio pasado en un encuentro con maestros
queseros de varias provincias, quienes participamos en un curso de
recalificación en el Instituto de Investigaciones de la industria
Alimenticia, adonde llevamos muestras de nuestros productos.
“La
cortesía de dedicarnos cuatro horas fue más que un regalo, porque él ha
sido siempre el máximo promotor de la quesería en Cuba, y mantiene con
firmeza el llamado a la recuperación de los volúmenes de producción y
calidad obtenidos antes del período especial.
“Ese
día nos colmó de ideas y entusiasmo. Regresé a la fábrica más optimista
porque acababa de cuajar mi gran sueño de estar cerca de Fidel, de
saludarlo, de explicarle los proyectos de nuestro colectivo laboral”.
El
maestro quesero extrae un pote de la nevera y explica: “Esta crema en
la fase de experimento, derivada del queso fundido, fue una idea del
reciente encuentro en La Habana; de esta forma, damos respuesta a la
petición de seguir diversificando las producciones que también nos
hiciera María del Carmen Concepción, Ministra de la Industria
Alimenticia.
“También
hicimos las pruebas de un nuevo queso con fines dietéticos que se
encuentra en la etapa de confección de los documentos para su
aprobación”.
Además
de conversador, dinámico y emprendedor, Aramís es simpatizante de la
colectividad. A su lado, Norma y Aliesky se formaron como maestros
queseros. Ahora contribuye a crear las condiciones para la climatización
del área productiva.
Todos
en la unidad comparten hoy la alegría de Ulloa Ferrer, ganador este año
del Premio Nacional de Mayor Impacto Económico y Social, por un grupo
de innovaciones que le ahorraron a la economía cubana una millonaria
suma para comprar tecnologías y alimentos.
Quien
merece el lauro que otorga la Asociación de Innovadores y
Racionalizadores (Anir), no solo pone su talento en función del
desarrollo de la industria láctea, cumplió misión internacionalista en
la Republica Bolivariana de Venezuela, fue delegado al XX Congreso de la
Central de Trabajadores de Cuba y es en la actualidad miembro del
Consejo Nacional de esta organización.
Por:José Luis Martínez Alejo
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