Un
importante paso en el avance de las relaciones bilaterales ha tenido
lugar este 12 de enero con la firma de un acuerdo entre los gobiernos de
Cuba y los Estados Unidos, que entró en vigor ese propio día, dirigido a
garantizar una migración regular, segura y ordenada.
Con
este acuerdo se elimina la comúnmente conocida como política “pies
secos-pies mojados” y el programa de admisión provisional (parole) para
profesionales cubanos de la salud, que Washington aplicaba en terceros
países.
Desde
hace varios años, había sido un interés permanente del gobierno de Cuba
adoptar un nuevo acuerdo migratorio con los Estados Unidos, para
solucionar los graves problemas que continuaban afectando las relaciones
migratorias, a pesar de la existencia de acuerdos bilaterales en este
ámbito. Por primera vez, Cuba formalizó esta propuesta en el año 2002,
la que fue rechazada por el gobierno del entonces presidente George W.
Bush. Volvió a presentar un nuevo proyecto de acuerdo migratorio en
2009, el cual fue actualizado en 2010 y reiterado más recientemente el
30 de noviembre de 2015.
Luego
de casi un año de negociación y alentados por el restablecimiento de
las relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015, basadas en el
respeto mutuo y la voluntad política de fortalecer esos vínculos y
establecer nuevos entendimientos en diversos temas de interés común, los
gobiernos lograron concretar este compromiso que debe contribuir a la
normalización de las relaciones migratorias, las cuales han estado
marcadas desde el Triunfo de la Revolución por la aplicación de
políticas agresivas en esta materia por sucesivas administraciones
estadounidenses, que alentaron la violencia, la migración irregular y el
tráfico de personas, causando numerosas muertes de inocentes.
El
acuerdo alcanzado se inscribe en la disposición de Cuba, ratificada por
el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de
Ejército Raúl Castro Ruz, en su alocución el 17 de diciembre de 2014, y
reiterada en múltiples ocasiones "a sostener con el gobierno de los
Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana,
para tratar los más diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo a
la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo, (…)
posición que fue expresada al Gobierno de Estados Unidos, de forma
pública y privada, por el compañero Fidel
en diferentes momentos de nuestra larga lucha, con el planteamiento de
discutir y resolver las diferencias mediante negociaciones, sin
renunciar a uno solo de nuestros principios".
Asimismo,
es coherente con la voluntad expresa del gobierno cubano de, en
ejercicio de su soberanía, actualizar la política migratoria vigente y
ajustarla a las condiciones del presente y el futuro previsible, como lo
demostró con la implementación de un grupo importante de medidas a
partir del 14 de enero de 2013.
La
comúnmente conocida como política de "pies secos-pies mojados", una
flagrante violación de la letra y el espíritu de los acuerdos
migratorios alcanzados entre Cuba y los Estados Unidos en 1994 y 1995,
constituía hasta ahora un estímulo a la emigración irregular, al tráfico
de emigrantes y a las entradas irregulares a los Estados Unidos desde
terceros países de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior,
y al admitirlos automáticamente en su territorio, les confería un trato
preferencial y único que no reciben ciudadanos de otros países, por lo
que también era una incitación a las salidas ilegales. Su implementación
y la de otras políticas provocó crisis migratorias, secuestros de naves
y aeronaves y la comisión de delitos, como el tráfico de emigrantes, la
trata de personas, el fraude migratorio y el uso de la violencia con un
impacto extraterritorial desestabilizador creciente sobre otros países
de la región, utilizados como tránsito para llegar a territorio
estadounidense.
La
decisión de eliminar esa política implica que “a partir de la fecha de
esta Declaración Conjunta, los Estados Unidos de América, consistente
con sus leyes y las normas internacionales, devolverá a la República de
Cuba, y la República de Cuba, consistente con sus leyes y las normas
internacionales, recibirá a todos los ciudadanos cubanos, quienes con
posterioridad a la firma de este acuerdo, sean detectados por las
autoridades competentes de los Estados Unidos de América cuando trataban
de ingresar o permanecer irregularmente en ese país”, violando sus
leyes.
Los
Estados Unidos también se comprometieron a aplicar en lo adelante a los
ciudadanos cubanos que sean detectados en esa situación los mismos
procedimientos y normas migratorias que al resto de los migrantes de
otros países, sin un criterio de selectividad, lo cual es una señal
positiva en el propósito de eliminar las exclusividades en el caso de
los cubanos, que tienen un marcado matiz político.
Asimismo
se elimina el denominado Programa de Parole para Profesionales Médicos
Cubanos, que formaba parte del arsenal para privar al país de médicos,
enfermeros y otros profesionales del sector, en una virtual operación
internacional de robo de cerebro promovida por el gobierno de los
Estados Unidos desde 2006 y un atentado contra las misiones médicas
humanitarias y solidarias de Cuba en países del Tercer Mundo, que tanto
lo necesitan. Esta política incitó a personal cubano de la salud que
colabora en terceros países a abandonar sus misiones y emigrar a los
Estados Unidos, convirtiéndose en una práctica censurable que dañó los
programas de cooperación médica internacional de Cuba.
Esos
dos escollos han desaparecido este 12 de enero, pero para poder ser
consecuentes con la letra y el espíritu de esta Declaración Conjunta,
garantizar una migración regular, segura y ordenada, enfrentar con
efectividad las amenazas a la seguridad de ambos países que se derivan
de la migración irregular, y alcanzar relaciones migratorias normales
entre Cuba y los Estados Unidos, será necesario también que el Congreso
estadounidense derogue la Ley de Ajuste Cubano de 1966, única de su tipo
en el mundo que no se corresponde con el contexto bilateral actual.
Salvo
lo dispuesto por esta Declaración Conjunta, mantienen toda su vigencia
los otros acuerdos migratorios alcanzados previamente por Cuba y los
Estados Unidos: los Comunicados Conjuntos del 14 de diciembre de 1984 y
del 9 de septiembre de 1994 y la Declaración Conjunta del 2 de mayo de
1995. Entre otros aspectos se ratifica la decisión de ambas partes de
impedir las salidas ilegales vía marítima y de devolver a Cuba a todas
las personas que sean interceptadas en esos hechos o a quienes penetren a
la Base Naval de Guantánamo. El Gobierno de los Estados Unidos
continuará garantizando la migración regular desde Cuba con un mínimo de
20 mil personas anuales.
Ambos
gobiernos acordaron aplicar sus leyes de migración de manera no
selectiva y de conformidad con sus obligaciones internacionales.
Asimismo se comprometieron a impedir las salidas riesgosas que ponen en
peligro la vida humana, prevenir la migración irregular y luchar contra
los actos de violencia asociados a estas manifestaciones, como la trata y
el tráfico de personas.
En
ese sentido, las partes promoverán la cooperación bilateral eficaz para
prevenir, y procesar a los implicados en el tráfico de personas, así
como los delitos asociados a los movimientos migratorios, que ponen en
peligro su seguridad nacional, incluyendo el secuestro de aeronaves y
embarcaciones. Todo ello está en correspondencia con los avances
alcanzados en corto tiempo en la cooperación bilateral en materia de
seguridad.
Las
autoridades competentes de los dos países han realizado las
coordinaciones pertinentes para garantizar la implementación efectiva de
este acuerdo, incluidos los procedimientos operacionales
correspondientes entre los órganos encargados de garantizar el
cumplimiento y aplicación de la ley, con vistas a impedir acciones que
pretendan enturbiar este esfuerzo o traten de poner en riesgo la
seguridad de ambas naciones.
Fiel
a sus obligaciones internacionales y a su legislación, el gobierno de
la República de Cuba ratifica su compromiso en garantizar la migración
regular, segura y ordenada, así como en cumplir cabalmente este nuevo
acuerdo para lo que se han tomado internamente las medidas
correspondientes. Continuará garantizando el derecho a viajar y emigrar
de los ciudadanos cubanos y de regresar al país, de acuerdo con los
requerimientos de la ley migratoria. Asimismo, adoptará paulatinamente
otras medidas para actualizar la política migratoria vigente.http://www.radiosurco.icrt.cu/es/cuba/7160-declaracion-del-gobierno-revolucionario12
No hay comentarios:
Publicar un comentario