Conferencia
de prensa ofrecida por Josefina Vidal Ferreiro, directora general de la
Dirección General de Estados Unidos del MINREX, en el Centro de Prensa
Internacional, el 12 de enero de 2017, “Año 59 de la Revolución”
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Josefina Vidal.-
Hoy, 12 de enero, los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos
suscribieron un nuevo acuerdo migratorio, que entró en vigor esta misma
tarde.
En este momento, este nuevo acuerdo migratorio está totalmente en vigor.
Este
acuerdo que se denomina Declaración Conjunta, reitera el interés de
ambos gobiernos de normalizar las relaciones, basados en los principios y
propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y la voluntad política de
fortalecer los vínculos bilaterales y de establecer nuevos
entendimientos en temas de interés común.
En
este sentido, el acuerdo reconoce la necesidad de facilitar la
migración regular en beneficio de los dos países, de prevenir la
migración irregular e impedir las salidas riesgosas que ponen en peligro
la vida humana y de luchar contra los actos de violencia asociados a
este fenómeno y los delitos conexos, como la trata de personas y el
tráfico de personas.
Quiero
dar ahora la palabra a Gustavo Machín, subdirector general de la
Dirección General de Estados Unidos de la Cancillería, para que les
ofrezca detalles sobre el contenido de este acuerdo.
Gustavo Machín.- Sobre las bases antes señaladas por Josefina, el acuerdo firmado entre Cuba y los Estados Unidos establece que:
Primero,
los Estados Unidos eliminarán la política de “pies secos-pies mojados” y
el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos, y aplicarán a
los ciudadanos cubanos el mismo procedimiento y normas migratorias que a
los ciudadanos de otros países, es decir que a los centroamericanos,
mexicanos, suramericanos, a todos se les aplicará la misma política.
A
partir de esta tarde, los Estados Unidos se comprometen a devolver y
Cuba recibirá a todos los ciudadanos cubanos que sean detectados por las
autoridades estadounidenses tratando de entrar o de permanecer
irregularmente en ese país en violación de sus leyes.
Los Estados Unidos continuarán garantizando la migración regular desde Cuba con un mínimo de 20 000 personas anuales.
Los
dos países promoverán la cooperación bilateral para prevenir y procesar
a los implicados en el tráfico de personas y los delitos asociados a
los movimientos migratorios que ponen en peligro su seguridad nacional,
incluyendo el secuestro de aeronaves y embarcaciones.
Cuba
aceptará que personas incluidas en la lista de 2 746 ciudadanos cubanos
que emigraron por el puerto de Mariel en 1980 y fueron considerados
inelegibles para permanecer en los Estados Unidos, según el Comunicado
Conjunto del 14 de diciembre de 1984, y que no pueden ser devueltos, que
sean sustituidos por otras personas y retornados a Cuba.
Cuba
también considerará la devolución de otros casos de ciudadanos cubanos
que se encuentran actualmente en los Estados Unidos y antes de esta
Declaración Conjunta hayan violado las leyes de ese país y las
autoridades estadounidenses hayan determinado que no pueden permanecer
en su territorio.
Las autoridades competentes de Cuba y los Estados Unidos se reunirán de forma periódica para evaluar la marcha de los acuerdos.
Salvo
lo dispuesto por esta Declaración Conjunta, se mantienen en vigor los
otros acuerdos migratorios alcanzados anteriormente por Cuba y los
Estados Unidos, es decir, los Comunicados Conjuntos del 14 de diciembre
de 1984 y del 9 de septiembre de 1994 y la Declaración Conjunta del 2 de
mayo de 1995. Por ejemplo, se ratifica la decisión de ambas partes de
impedir las salidas ilegales por la vía marítima, y, por tanto, se
mantiene el compromiso de los Estados Unidos de devolver a Cuba a todas
las personas que sean interceptadas en el mar o a quienes penetren en la
Base Naval en Guantánamo.
Josefina Vidal.-
Desde hace varios años había sido un interés permanente del gobierno de
Cuba adoptar un nuevo acuerdo migratorio con los Estados Unidos, para
solucionar los graves problemas que continuaban afectando las relaciones
migratorias, a pesar de la existencia de acuerdos bilaterales en esta
esfera.
Por
primera vez Cuba formalizó esta propuesta en el año 2002; volvió a
presentar un proyecto de nuevo acuerdo migratorio en 2009, el cual fue
actualizado en 2010 y más recientemente el 30 de noviembre de 2015.
Después
de prácticamente un poco más de un año de negociaciones, se ha llegado a
este nuevo acuerdo, con el cual Cuba y los Estados Unidos dan un paso
importante para el avance de sus relaciones migratorias, sobre todo,
porque se elimina la política de “pies secos-pies mojados” y el Programa
de Parole para Profesionales Médicos Cubanos que, al admitir
automáticamente en el territorio de los Estados Unidos a los ciudadanos
cubanos que llegaban de manera irregular y sin importar las vías y
medios empleados y alentar el robo de cerebros, promovieron durante años
la migración irregular, insegura y desordenada desde Cuba, socavando la
letra y el espíritu de los acuerdos migratorios vigentes.
Estas
políticas formaron parte del arsenal de medios empleados durante más de
cincuenta años por diferentes gobiernos de los Estados Unidos contra la
Revolución Cubana. Su implementación provocó crisis migratorias, la
pérdida de vidas humanas, secuestros de naves y aeronaves; la comisión
de delitos como el tráfico de emigrantes, la trata de personas, el
fraude migratorio, el uso de la violencia, con un impacto
extraterritorial desestabilizador creciente sobre otros países de la
región, utilizados como tránsito para llegar a territorio
estadounidense.
Asimismo,
el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos incitó a
personal de la salud de nuestro país que colabora en terceras naciones, a
abandonar sus misiones y emigrar a los Estados Unidos, convirtiéndose
de este modo en una práctica censurable que dañó los programas de
cooperación médica internacional de Cuba y privó de algunos de estos
recursos humanos vitales a nuestro país y también a las naciones
receptoras que tanto lo necesitan.
Con
la adopción de esta Declaración Conjunta en el día de hoy, se elimina
un detonante de crisis migratorias; los Estados Unidos logran una
emigración legal, segura y ordenada desde Cuba; se desestimula el
tráfico de personas y otros delitos relacionados; se pone fin a una
política de doble racero discriminatoria hacia los emigrantes de otros
países y se promueve una cooperación de beneficio mutuo y para la
región, no solo en el área migratoria, sino también en otros temas, como
el enfrentamiento a amenazas a la salud.
Para
poder ser consecuentes con el espíritu y la letra de esta Declaración
Conjunta; garantizar una migración regular, segura y ordenada; enfrentar
con efectividad las amenazas a la seguridad de ambos países que se
derivan de la emigración irregular y alcanzar relaciones migratorias
normales entre Cuba y los Estados Unidos, será necesario también que el
Congreso estadounidense derogue la Ley de Ajuste Cubano de 1966, única
de su tipo en el mundo y que no se corresponde con el contexto bilateral
actual.
El
14 de enero de 2013 —mañana hará cuatro años—, el gobierno de Cuba
comenzó a aplicar la actualización de su política migratoria, que
facilitó los viajes de los ciudadanos cubanos al exterior. Este proceso
ha transcurrido con normalidad.
El
gobierno de Cuba ratifica su compromiso con una migración regular,
segura y ordenada y espera que el gobierno de los Estados Unidos cumpla
escrupulosamente este acuerdo.
Cuba
continuará garantizando el derecho a viajar y emigrar de los ciudadanos
cubanos y de regresar al país, de acuerdo con los requerimientos de
nuestra ley migratoria. Asimismo adoptará paulatinamente otras medidas
para actualizar la política migratoria vigente y ajustarla a las
condiciones del presente y del futuro, incluyendo la realización de
cambios en la legislación estadounidense aún vigente en esta materia.
Muchas gracias a todos. Y podemos responder algunas preguntas.
Moderador.- Entonces, como hablamos, les ruego a los colegas que van a preguntar, usar el micrófono habilitado en la sala.
Sergio A. Gómez (Granma).- Buenas noches.
En
la declaración que emitió el presidente Obama y que publicó la Casa
Blanca, se habla de que las autoridades estadounidenses devolverán a
todos los cubanos que entren de manera ilegal o irregular, excepto en
los casos que sean de ayuda humanitaria. ¿Usted podría ampliarnos qué
significa este término?
Gustavo Machín.-
Creo que debo reiterarlo: el texto del Acuerdo Migratorio o la
Declaración Conjunta acordada entre ambos países establece que a partir
de esta tarde los Estados Unidos se comprometen a devolver y Cuba a
recibir a todos los ciudadanos cubanos que sean detectados por las
autoridades estadounidenses tratando de entrar o de permanecer
irregularmente en ese país, en violación de sus leyes. Ese es el texto
de nuestro acuerdo y es lo que hemos acordado ambos países.
Andrea Rodríguez
(AP).- Hay dos inquietudes: una está relacionada con esto, estamos en
una transición entre el gobierno de Obama y el gobierno de Trump, ¿en
qué medida cree que esta decisión empuje a Trump a tomar una política
diferente o no en torno al deshielo con Cuba?
Y
otra cuestión es: Partiendo de la base de que toda la emigración o la
gran mayoría de ella es una emigración de tipo económica, esto abre
nuevos desafíos ahora en el caso de una situación más normal entre Cuba y
Estados Unidos, por ejemplo: va a haber menos remesas, ¿en qué sentido
cree el gobierno cubano que esto va a impactar en su economía? Por
ejemplo, hay dramas migratorios en el caso de guatemaltecos o mexicanos,
¿en qué medida cree que los cubanos vayan a vivir ahora esa crisis
humanitaria que también viven otros emigrados latinoamericanos?
Josefina Vidal.-
Lo que puedo decir, en sentido general, es que con este Acuerdo
Migratorio se iguala a Cuba y a los cubanos, en términos de tratamiento
migratorio, al resto del mundo. Y este había sido un viejísimo reclamo
de Cuba, en tanto la política vigente hasta ahora y que con este acuerdo
queda superada, implicaba un tratamiento preferencial únicamente para
los cubanos, estableciendo una diferencia entre el trato que recibían
nuestros ciudadanos y el resto de los ciudadanos de otros países del
mundo. Pero a su vez, creaba serios problemas para la seguridad de Cuba,
para la seguridad de los Estados Unidos, y problemas para la seguridad
de nuestros ciudadanos que se veían expuestos, por medio del aliento que
implicaban estas políticas preferenciales, al tráfico de personas,
fraude migratorio, violencia, y realmente la aprobación de este acuerdo
conlleva medidas dirigidas a eliminar todos estos problemas.
Con
el trato igual que se va a empezar a dar a los cubanos, se está
eliminando un problema grave para la seguridad de ambos países, pero
también para la seguridad de nuestros ciudadanos. Creo que eso es algo
importante y fue lo que estuvo detrás del reclamo de Cuba por muchos
años en sus pedidos al gobierno de los Estados Unidos de eliminar tanto
estas prácticas como la legislación que todavía sigue vigente.
En
relación a cómo esto puede ser interpretado, continuado, aceptado o
asimilado por el gobierno que va a asumir próximamente, la semana que
viene, en los Estados Unidos, creo que hay que preguntarle a ese
gobierno. Pero de nuevo, nosotros vemos que con lo que se corrige
mediante esta Declaración Conjunta se está dando un paso importante que
responde al interés nacional de Cuba, pero también al interés nacional
de los Estados Unidos.
Dicho esto, creo que entonces habría que dirigirle la pregunta al gobierno de los Estados Unidos.
Michael Voss (TV China).- Buenas noches. Si puede darme su reacción a este cambio y la importancia del acuerdo.
Josefina Vidal.-
Le puedo reiterar lo que hemos dicho en otras ocasiones, en el sentido
de que en la agenda de temas de Cuba, en este proceso iniciado para
avanzar hacia la mejoría de las relaciones, teníamos y tenemos un grupo
de asuntos que son de vital importancia para nuestro país, porque
provienen de una etapa anterior en la que algunas de estas políticas
pendientes de solución se estuvieron usando durante más de cinco décadas
como parte de un arsenal, de una proyección, de una posición y de una
política agresiva y hostil hacia nuestro país. Por tanto, queda resuelto
en el día de hoy, con este nuevo Acuerdo Migratorio, una parte de esos
problemas del área migratoria, que eran temas pendientes y afectaban la
relación bilateral en su conjunto, no solamente en la esfera migratoria.
Como
ustedes saben, hay una lista de temas pendientes en nuestro proceso
bilateral. Nosotros siempre hemos hablado del levantamiento del bloqueo,
de la devolución a Cuba del territorio ocupado por la Base Naval de los
Estados Unidos en Guantánamo; pero también en nuestra lista estaba la
continuidad de este trato migratorio preferencial, único de su tipo en
el mundo, para los ciudadanos cubanos, por tanto, con esta medida se
eliminan al menos dos de esas políticas.
Todavía
tendrá que ser revisada la Ley de Ajuste Cubano para que se puedan
realmente alcanzar relaciones normales en el área migratoria. O sea, hoy
quedan eliminados dos de esos escollos en la esfera migratoria. Y,
bueno, seguiremos entonces trabajando con el gobierno de los Estados
Unidos o con los futuros gobiernos de los Estados Unidos en función de
avanzar hacia la normalización de las relaciones y solucionar el resto
de los temas que permanecen vigentes, muchos de los cuales afectan la
soberanía de Cuba.
http://www.radiosurco.icrt.cu/es/cuba/7161-cuba-ratifica-su-compromiso-con-una-migracion-regular-segura-y-ordenada
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