Llenos
del sentimiento más sublime, revivimos hoy los avileños la Caravana de
la Libertad con el vencedor de las batallas difíciles al frente.
Desde
lugares bien apartados llegaron los agradecidos del retoño martiano
para verle cabalgar con su boina verde olivo y su mirada sincera,
penetrante, profunda.
Dicen
que va rumbo a las montañas de Oriente, y sí, allá junto al maestro
descansarán sus cenizas, pero su alma que habita en lo grande y en lo
pequeño, está aquí, tendrá vida y mucha, más que antes.
Algunos
apenas durmieron, muchos madrugaron, otros caminaron largas distancias,
y todos esperaron, esperaron ansiosos el encuentro con Fidel, el Fidel
que nadie podrá arrebatarles del verdadero y sagrado lugar hacia donde
partió, el corazón de su gente.
Este
día como ninguno antes quedó tallado en mi memoria para narrarlo una y
otra vez hasta el cansancio, porque en él vi lo bueno de la vida, la
inmortalidad de los amores verdaderos, las lágrimas blancas por la
lealtad del alma, la tristeza de los ancianos agradecidos, no de
riquezas, sino de vida plena.
Vi
a las avileñas con hijos en brazos y otras en el vientre, gritar bien
fuerte su nombre. Vi andar sillas de ruedas, bastones, muletas, negros y
blancos unidos en llanto. Vi a niños y a jóvenes sentir el dolor,
cristianos, ateos, y hasta quienes perdieron riquezas cuando se hizo la
Revolución para los humildes, secaron sus lágrimas.
Y
es deber quitarse el sombrero, si el profeta del siglo XX y XXI, la voz
de multitudes, el guerrero victorioso de las duras contiendas, la luz
de los hombres después de Cristo, toma las calles nuevamente.
Otro
combate por el mejoramiento humano continúa, ya no con barbudos
rebeldes como aquel 5 de enero en que le vimos aquí, pero sí con el
pueblo que agradece su obra, con cada avileño, con una nación que se
levanta unida, digna y majestuosa ante el mundo.
Y
si el último deseo pidiera, fuera contarles a mis nietos de este día
histórico, en la vida de los humildes, regalo de Dios, concedido
únicamente, por siempre y para siempre a los cubanos FIDEL.http://www.radiosurco.icrt.cu/es/sociedad/6825-un-regalo-de-dios
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