El pequeño Leandro junto a su padrino Fernando.
Por Yenisei García
María de los Ángeles Betancourt es una
cubana que comparte lazos matrimoniales con el francés Eric Epitalón, el
fruto de esa unión es el niño Leandro Epitalón. En su empeño de luchar
por la causa de los antiterroristas cubanos injustamente prisioneros en
Estados Unidos y como miembro de la asociación Francia-Cuba desde el
año 2001, ella consideró junto a su esposo, desde que concibió a su
bebé, la posibilidad de que Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio
Guerrero, Fernando González y René González fueran los padrinos de su
hijo.
Esta hermosa idea se materializó y ella nos cuenta detalles de todo el proceso.
-Mi esposo es el presidente de la
Asociación Francia-Cuba de Var, y el caso de los Cinco es uno de temas
prioritarios a tener en cuenta a la hora de emprender acciones.
“En una ocasión el grupo de solidaridad
se reunió para planificar las acciones a favor de la libertad de Los
Cinco, y surgió la propuesta de que mi hijo, que venía en camino, como
nexo franco-cubano, podía ser una opción para pedir por la excarcelación
de los héroes, la iniciativa de que nuestros compatriotas apadrinaran
al niño fue consensuada y enviada al presidente de la asociación
nacional y a Ana María Chongo, cónsul de Cuba, quienes lo consideraron
una buena idea.
“Le escribimos sendas cartas a Los Cinco
pidiendo la autorización, la respuesta fue inmediata, positiva, rápida
y sin vacilaciones, con la única condición de mantener lazos para verlo
crecer. Desde aquel entonces la comunicación por cartas es muy grande,
ellos le escriben poemas, le envían dibujos”.
¿Siente usted que su hijo es privilegiado por tener la condición de ahijado de estos grandes hombres?
-El objetivo de esta idea era que ellos
pudieran estar presentes en la ceremonia de bautizo, fue una acción más
para lograr su liberación, ser padrino o madrina es un rol privilegiado
en una familia, los lazos de amistad con los padres se reafirman y es
el comienzo de una relación única con este niño. Esta invitación fue una
señal clara del valor y el respeto hacia ellos.
“Por supuesto hicimos la petición al
gobierno de Estados Unidos de que permitieran a los luchadores cubanos
asistir al bautizo, pero se negaron. Pienso que mi hijo tiene el
privilegio de tener cinco valerosos hombres, pero a su vez es un gran
sacrificio porque él quiere conocerlos, jugar con ellos y consolidar esa
conexión que los une.
“Cuando uno busca quien apadrine a su
hijo espera que seas un amigo para este niño, que lo escuches cuando
pase momentos inciertos, que le des una palabra de ánimo y aliento
cuando la necesite, en fin, que seas alguien que le ame, le dé alegría y
apoyo”.
¿Y usted vio esa posibilidad en Los Cinco?
-Si, por supuesto, no vacilé en tomar
una decisión que pudiera tornarse en una acción humanitaria, nosotros le
hablamos a Leandro de sus padrinos, pero él conoce muy bien lo que
sucede con ellos a pesar de sus 3 años de edad, lo comprende y también
solicita como niño la posibilidad de estar junto a los que ya se
convirtieron en sus familiares-.
Cuéntanos de la ceremonia.
-Tuvo mucha repercusión, asistieron
todos los amigos de la asociación, los cubanos residentes en Francia, y
otras personas que desconocían del caso, o sea, esta ceremonia sirvió
para divulgar el caso, nosotros incluso confeccionamos un vino orgánico
etiquetado con la imagen de Los Cinco, aquello fue todo un éxito, lo
vendimos muy rápido, con eso pudimos recaudar fondos para nuestra
campaña.
“Cuando recibimos la negativa del
gobierno de Estados Unidos de igual forma llevamos a cabo la ceremonia
de bautizo por la iglesia con sus padrinos espirituales y
automáticamente efectuamos un bautismo republicano o civil a través de
la alcaldía de la comuna de Carnoules en el departamento de Var, la cual
estuvo presidida por el alcalde comunista Henri Céze, él ama a Cuba,
recuerdo que dijo-El niño ha sido bautizado por la iglesia pero tendrá a
Los Cinco como padrinos de honor por haber dado pruebas de gran coraje y
valor, que les ha permitido ganar el reconocimiento y el respeto de
millones de progresistas en el mundo.-.
“Y sucedió algo interesante, el bautizo
fue publicado en los periódicos, hubo mucha participación del pueblo, o
sea que de cierta manera cumplió sus objetivos, no logramos en ese
momento liberarlos, pero el caso ocupó un espacio importante en los
medios franceses. Esa fue otra importancia del bautismo, ellos
estuvieron presentes en alma”.
¿Después del bautizo cómo han sido las relaciones con los antiterroristas cubanos?.
-Hemos seguido manteniendo contacto a
través de fotos y letras, ellos le envían postales, dibujos, libros y el
niño es capaz de identificarlos y definir sus
particularidades. Nosotros nos retroalimentamos y les enviamos muchas
cartas, en todas les contamos sobre las acciones que se realizan en
Francia y en el mundo por su liberación y le mandamos fotos de Leandro
para que vean su evolución, y así será hasta que ellos vuelvan a casa y
se puedan disfrutar mutuamente.
¿Cómo participas en la campaña por la liberación de Los Cinco?
-Formo parte de la asociación
Francia-Cuba, y como decía antes desde allí planeamos cada acción que
vamos a ejecutar, participo en todas y además mi vinculo personal con
Los Cinco me compromete a hacer un poco más, por ejemplo en el mes de
marzo estuve en Londres en la Corte Internacional de Justicia donde
presenté la petición del niño de liberación de sus padrinos, para poder
relacionarse con ellos y crecer en ese amor que sustituye el de los
padres.
“Allá tuve contacto con familiares de
los héroes cubanos, conversé mucho con Adriana, la esposa de Gerardo,
ella me sugirió que debemos extender nuestra petición a otras
personalidades, sectores, y en especial a la primera dama
estadounidense, porque ella es mujer y madre”.
¿Y se comunicaron con Michelle Obama?
-Sí, le enviamos la petición pero aún no
tenemos una respuesta, pero creo que es importante destacar que ya
hemos dado el paso. La petición también está circulando por toda Europa.
“Otra de las acciones importantes es la
recogida de firmas a favor de la libertad de nuestros hermanos y de la
reunificación con sus familiares y seres queridos, hemos conseguido una
cantidad considerable de las rúbricas, lo cual plasma la voluntad
indiscutible de los franceses de que se haga justicia”.
¿Cómo ha sido su relación y la del niño con los familiares, cómo acogieron esta iniciativa?
-Recuerdo que el primer contacto fue
después del bautizo cuando vinimos a Cuba. Fuimos invitados a una
actividad con brigadas de solidaridad en el campamento Julio Antonio
Mella en Caimito, allí expusimos todo acerca de las acciones en Francia,
incluida la iniciativa del bautizo y entregamos materiales, los
brigadistas nos hicieron muchas preguntas, en fin no pudo haber mejor
lugar para compartir nuestra historia, porque todas aquella personas
luchan por la misma causa, allí estaban presentes los familiares de Los
Cinco, nuestros familiares, ellos nos pidieron continuar la lucha,
conversamos e intercambiamos ideas, desde ese día tenemos una excelente
comunicación y acogen el hecho del bautismo de muy buena manera, ellos
quieren a mi hijo.
¿Planeas una siguiente acción?
-Queremos ir a Estados Unidos para
visitar en prisión a Tony, Ramón y Gerardo, sobre todo a este último por
quien debemos redoblar los esfuerzos, él enfrenta una muy dura condena.
“Además Leandro se identifica mucho con
Gerardo y viceversa, no sé si será porque él no ha podido tener hijos,
pero sí estoy segura que es un cariño que se siente por ambas partes”.
¿Cuál ha sido la reacción del niño en su primer encuentro con René y Fernando?
-A René lo conoció por primera vez en
una visita que él hizo a Francia, el primer impacto fue un poco difícil,
pero una vez que logra besarlo y abrazarlo, cruzar palabras y una
simple cargada todo se dio muy espontáneo, a pesar de que el entorno era
muy oficial, Leandro no escatimó en estar a su lado todo el tiempo.
“Con Fernando fue algo muy diferente,
pero igual de emotivo, se dio en un ambiente muy familiar donde habían
muchos amigos deseosos de ver ese abrazo tan anhelado, ha sido hermoso y
continuará siéndolo, y lucharemos para que suceda de la misma manera
con Tony, Ramón y Gerardo.
“Los encuentros ha sido como si se
conocieran de siempre. La frase que más utiliza el niño para hablar de
ellos es ‘padrino te quiero mucho’, la dice todo el tiempo, sus
expresiones sentimentales son muy evidentes”.
¿Qué te ha inspirado a insertarte en esta batalla?
-En primer lugar porque soy cubana,
involucro a mi hijo porque tiene que tener y mantener sus lazos con
Cuba, conocer su historia y comenzar desde pequeño a luchar por la
justicia porque más allá de los vínculos que ya existen, o de una
nacionalidad, o de un caso político, se trata de defender la justicia
universal y de tener un ápice de humanidad por esos hombres que han sido
alejados de sus seres queridos por 16 años, es demasiado.
“Esta es una campaña importante y de
cualquier manera debemos terminar con el agobio de las madres, esposas e
hijos de estos luchadores; y terminar con el agobio de un pueblo que
espera su regreso y no vacila un segundo en emprender cualquier acción
para que Obama los envíe de vuelta a su patria.
“Ellos son cinco hombres inocentes y he
aprendido muchas cosas en esta batalla, he visto como el mundo se
levanta para apoyar a nuestra Isla, eso nos impulsa a luchar con más
fuerza y compromiso, es motivo de orgullo. Quisiera que este paso de
viajar a Estados Unidos fuera la culminación del interminable proceso,
ya es hora de pasar esa página y continuar la historia con broche de
oro”.
¿Si tuvieras la oportunidad de poderle hablar al presidente Barack Obama sobre el caso, qué le dirías?
-Le pediría de favor, le imploraría que
devuelva a Gerardo, Ramón y Antonio al suelo donde pertenecen, el puede
hacerlo antes de terminar su mandato, sería un hermoso gesto de
humanidad, el mundo y la justicia le van a agradecer y sobre todo puede
quitar de su conciencia un enorme peso, el sufrimiento de seres humanos
inocentes.
Entre emociones encontradas, María de
los Angeles contaba esta historia, Leandro me mostraba las postales y
cartas que recibe de sus padrinos, y ansioso tomó mi grabadora, como si
ellos, allá tras las rejas lo escucharan, y dijo: “Padrinos, los quiero
mucho”.
El pequeño Leandro junto a su padrino Fernando.
El pequeño Leandro junto a su mamá y su padrino Fernando.
El pequeño Leandro junto a su padrino Fernando.
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